MANIFIESTO DEL DÍA DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS
El próximo día 20 de noviembre, se celebrará a nivel mundial el Día de los Derechos de los niños y niñas. El CEIP Divino Maestro, como comunidad educativa, quiere unirse a esta jornada reivindicativa. En este año 2021, queremos manifestarnos a favor de la igualdad entre hombres y mujeres; especialmente, queremos reivindicar la igualdad de derechos entre niños y niñas.
A lo largo de estos días previos, hemos estado trabajando en las aulas y en las distintas áreas, contenidos relacionados con la igualdad. Hemos visto la película “El pan de la guerra”. En dicho film, hemos empatizado con la protagonista, llamada Parvana: una chica de once años que vive con su familia en Kabul, la capital de Afganistán, durante la época del gobierno talibán. Cuando su padre es detenido, su familia -sin recursos para poder vivir- buscará una solución desesperada: Parvana, que por ser mujer tiene prohibido ganar dinero, deberá transformarse en un chico. En un momento de la película, Parvana dice: “Alza tus palabras, no tu voz. Es la lluvia la que hace crecer las flores, no el trueno”.
Esto es lo que hizo la abogada, política, escritora…Clara Campoamor, que fue otra mujer valiente que desafió las normas establecidas. Luchó de forma infatigable por alcanzar derechos de las mujeres españolas en la época en la que le tocó vivir. Con su perseverancia, consiguió el derecho al voto de las mujeres y alcanzó derechos para niños/as que estaban en clara desventaja en aquel momento histórico.
Como niños y niñas tenemos el derecho a ser escuchados y escuchadas. Levantamos la voz en defensa de la infancia que no puede hablar por temor y por aquellos que se ven a sí mismos demasiado pequeños para ser tenidos en cuenta.
Los niños y niñas queremos saber acerca de las injusticias y desigualdades que existen en el mundo en el que vivimos. Si crecemos sin saber estas cosas, las ignoraremos o simplificaremos. Si somos capaces de sensibilizarnos ante estos hechos, nos imaginaremos una sociedad mejor y más justa; y en un futuro, llegaremos a ser adultos más fuertes, capaces de hacer cambios en el mundo. Somos el motor de cambio que se necesita y necesitará. Esta es la máxima expresión de la esperanza. Somos la esperanza.
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